martes, 25 de febrero de 2014

Nabarra y los obstáculos hacia la descolonización

Nabarra y los obstáculos hacia la descolonización
NBK-CSN

A finales del año 2013, y cumplidos más de VI siglos de las ilegales invasiones y ocupaciones de diversas regiones de nuestro País, reunidos políticamente en el Estado de Nabarra, el deseable camino hacia la descolonización de nuestro territorio sigue tropezando con los a veces infranqueables obstáculos de la Diplomacia Internacional. Así pues, cualquier iniciativa llevada a cabo por los diferentes estamentos soberanistas, independentistas, estatalistas y/o legitimistas de nuestras Nación, tristemente en su mayoría todos ellos llevados a cabo por separado, se han enfrentado a la larga con un incontable número de trámites de índole burocrático, que al final vuelven a dejar las cosas como estaban al principio. Esto es el continuado y perenne sometimiento francés y español del Pueblo de Nabarra.

El 14 de diciembre del año 1960, fue cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la representativa Resolución 1514, o sea, la Declaración sobre la concesión de la independencia a los Países y Pueblos coloniales, más conocida como la Carta Magna de la Descolonización.

Nabarra, tanto Pueblo como País, o si lo preferimos como Nación y Estado, cumple con todos los parámetros necesarios y obligados para que se ejecute de facto dicha Resolución de la Naciones Unidas, obligando desde esa Organización Mundial la inmediata retirada de las tropas invasoras españolas y francesas, que como bien está demostrado, ilegítimamente siguen ocupando nuestro territorio, manteniendo una continuada y brutal colonización, tanto a nivel lingüístico, cultural, social, político, judicial, económico, etc.

Pero hasta hace pocos años el "caso nabarro" ha tenido un recorrido diferente. De Estado soberano ha pasado violentamente a ser una posesión colonial, pasando gracias a la brutal e inhumana colonización a ser camuflada como "provincia" del Reino de España y diluirse otra parte, de forma ilegal también, en la República de Francia.

Los gobernantes metropolitanos españoles y franceses, han asimilado para su exclusivo beneficio esta situación impuesta a la Nación Nabarra de las dos vertientes del Pirineo. No podemos esperar, al menos a corto plazo, que ambos imperios reconozcan públicamente a nivel internacional que Nabarra es una colonia, una posesión ilegítima e ilícita.

Pese a todo, han sido varios, al menos dos, los intentos de determinadas fuerzas soberanistas y/o legitimistas, de llevar sus Reclamaciones a la ONU; algo que ya he comentado en otros escritos.

Pero las cosas no son tan fáciles como nos parecía a aquellos que hemos participado en dichas reclamaciones oficiales, es decir, ajenas a las instituciones imperiales y coloniales españolas y francesas, con un indiscutible carácter propio o nabarro.

Por ello me atrevo a pedir a mis compatriotas lo siguiente. Para conseguir que Nabarra finalmente entre a formar parte de la ansiada Lista de Territorios a descolonizar, hace falta mucho más que buenas intenciones, esas que tuvimos desde la Comisión Soberanista de Nabarra o desde los legitimistas de la Casa Real de Nabarra:

a) El Comité de Descolonización de la ONU, sólo admite en la Lista de Territorios No Autónomos, a todos aquellos que proponga previamente la Asamblea General. Ni más ni menos.

b) Para que la Asamblea General de la ONU proponga a un Territorio para ser descolonizado, ese extremo debe ser solicitado por la(s) Metrópoli(s), España y Francia no lo van a hacer, de hecho luchan para que nuestros esfuerzos sean parados. O, esto es interesante, ser sugerido por otros países que trasladen las reclamaciones de los soberanistas, independentistas, legitimistas y estatalistas nabarros. 

c) En última instancia, debería ser el Parlamento nabarro, soberano al surgir de la Asamblea Nacional independiente, el que llevase con los necesarios representantes esta iniciativa a Naciones Unidas; algo que hemos recogido de la ONU la Comisión Soberanista de Nabarra.

Dicho esto, la Comisión Soberanista de Nabarra se pone a disposición en un futuro, a desear próximo, de la Asamblea Nacional de Nabarra, tanto en documentación que tenemos en nuestro poder, como en un futuro trabajo político grupal y personal, en pos de la ansiada y deseada libertad de la Nación Nabarra.