miércoles, 19 de diciembre de 2012

Vías desembocando hacia la independencia


Vías desembocando hacia la independencia
Iñigo Saldise Alda (NBK-CSN)

El pasado 2 de diciembre, el brillante periodista del Gara Ramón Sola, en uno de sus siempre más que interesantes artículos, más concretamente el que llevaba por título Independencia, datos para una opción muy real, nos presentó brevemente el estudio de la Fundación Ipar-Hegoa, sita en Bilbo, sobre las posibles vías jurídicas que nos pueden permitir alcanzar a los vascos y vascas (para mi deberíamos utilizar políticamente los términos de nabarros y de nabarras) nuevamente la independencia y libertad que nos fueron arrebatadas ilegalmente por la violencia de las armas españolas y francesas.

Concretando más a mi modo de parecer, debemos saber que dicho estudio fue realizado por  el doctor en Derecho de la UPV Iñigo Urrutia, el licenciado en Derecho Jon Iñarritu, el cual también es diputado en las Cortes del Reino de España por la coalición Amaiur, de la que forma parte su partido Aralar, y la letrada en Administración Local Zelai Nikolas. Estas personas tienen un “curriculum” indudablemente “mucho mejor” que el mío, ya que yo soy simplemente un patriota autodidacta nabarro. Dichas personas, a mi modo de entender compatriotas, marcan hasta cuatro posibles vías jurídicas diferentes o diferenciadas, con una estrategia personalizada y específica, para la consecución del objetivo final que no es otro que el de ser nuevamente soberanos en nuestro propio Estado.

Derecho de Autodeterminación ligado a la Descolonización. Esta vía está fundamentada jurídicamente en las diferentes Resoluciones que se han venido realizando y aprobando por todos sus miembros, en la Organización de las Naciones Unidas, estando dichas Resoluciones amparadas y salvaguardadas por la Corte o Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. (NBK-CSN)

Remedial Secession (secesión compensatoria o de recuperación). Esta vía, debemos saber que inicialmente no está aceptada en la Academia Jurídica Internacional, pues en ella suponen que el Derecho de Autodeterminación está limitado por el principio de integridad territorial de los Estados. Sin embargo, la lectura invertida de la elaboración de este principio en la Declaración sobre los principios del Derecho Internacional, sugiere que un Estado no puede invocar el principio de la integridad territorial si no posee un Gobierno que represente a la totalidad del Pueblo perteneciente a su territorio. Esta interpretación tiene algún apoyo notable en algunos escritos judiciales e incluso algún tipo de ayuda firme en la mismísima Jurisprudencia de la Corte o Tribunal de Justicia Internacional de La Haya. Así pues, .se sugiere por esta vía que la secesión puede ser el último recurso para poner fin a la opresión, se estableciéndose que la independencia solo es aceptable cuando se presenta como el mejor “remedio” frente a una violación general de Derechos o una situación de origen visiblemente injusta. (Repúblicas Bálticas)

Secesión acordada. Esta vía es a través de la negociación con los Estados correspondientes. Es la opción que más facilita una declaración Internacional positiva, al quedarse nuevamente formalizados, políticamente hablando, como territorios autónomos pertenecientes todavía a los Estados de procedencia, los cuales sí son reconocidos políticamente de forma Internacional. (Groenlandia)

Secesión unilateral. Esta vía parte de una acción política propia, la cual no cuenta con el consentimiento del Estado o Estados de procedencia. Su viabilidad pasa inexorablemente a depender del reconocimiento de otros Estados externos. (Kosovo)

A pesar de no haber podido leer dicho estudio, todavía, mi sentimiento patriótico me ha llevada a realizar una nueva reflexión sobre estas cuatro vías, al ya poseer el conocimiento necesario en alguna de ellas, junto al estudio autodidacta de las otras opciones que realmente conocía menos.

Inicialmente, tal y como se plantea, podemos pensar que todas las vías son diferentes. Dependiendo de nuestro ideal personal, cada cual de nosotros, primariamente, se posicionaría por una u otra opción de las cuatros mencionadas. A decir verdad, yo soy un firme defensor de la 1ª vía anteriormente presentada, como se puede comprobar en el enlace a la Comisión Soberanista de Nabarra (NBK-CSN) a la cual pertenezco. Pero esto no me lleva en ningún modo a mostrar una cerrazón hacia las otras vías, estúpida cuando menos, con respecto a las otras vías y con ello directamente rechazarlas sin estudiarlas.

Incluso pienso que la clave para que una de esas vías sirva para alcanzar nuestro ansiado y deseado objetivo común, el de la independencia y la soberanía, considero que hay unos pasos necesarios, los cuales finalmente podemos considerar comunes a todas ellas. Claro está, esta reflexión está realizada desde la humilde opinión de un patriota autodidacta nabarro.

Por ello, sin entrar a valorar o criticar la 2ª, 3ª y 4ª vía presentada, voy a exponer lo que a mi entender se necesita en todas ellas mediante una autocrítica constructiva de la primera opción, ya que formo parte de ella.

La vía de la Autodeterminación ligada a la Descolonización, la cual a día de hoy es la única que ya ha arrancado, (2006 Casa Real de Nabarra y 2010 Comisión Soberanista de Nabarra) actualmente se encuentra, no en una vía muerta, sino más bien parada por falta del apoyo social y político necesario, junto a un verdadero liderazgo emanado de nuestra sociedad civil, que es en definitiva quien realmente otorgo una “legitimidad democrática” a cualquiera de las vías presentadas. Así, dejando claro que esta vía ya está iniciada para recuperar nuestra libertad e independencia, carece de la necesaria legitimidad de nuestra sociedad civil y política.

Pese a todo ello, creo que no es una vía a desechar, ya que los pasos dados o realizados desde el año 2006, han sido considerables más que importantes ciertamente, pero que pueden continuarse con nuevos agentes sociales y políticos de nuestro País, los cuales trabajen legitimados físicamente por nuestro Pueblo, bien a través de una Asamblea Nacional, lo más representativa posible y de signo Constituyente y Legislativa, de la cual se genere un Gobierno Propio e Independiente de las Instituciones coloniales del Reino de España y de la República de Francia, siendo así finalmente el máximo representante de nuestra Nación ante las demás Naciones del Mundo. Eso sí, de carácter provisional hasta la consecución definitiva de nuestro objetivo libertario, la recuperación de la Plena soberanía del Estado de Nabarra.

Hoy, todavía, no se ha iniciado ninguna de las otras opciones, por ello esto último comentado, lo de la Asamblea Nacional y el Gobierno Propio de Nabarra, es donde personalmente creo debemos pensar al iniciar cualquiera de las otras vías, ya que el no haberlo realizado desde el inicio en la ya iniciada, es lo que a mi entender ha frenado el avance libertario de la vía de la Autodeterminación a través de la Descolonización del Estado de Nabarra.