domingo, 25 de abril de 2010

Cadenas, conquista, descolonización, nacionalismo, el rey español y la incorporación

Cadenas, conquista, descolonización, nacionalismo, el rey español y la incorporación

En mi diario proceso de exploración de la red de redes, me pude encontrar, hace unas semanas, con un escrito nada despreciable, ya que en el se puede intuir el desasosiego entre el nacionalismo español, de la demanda interpuesta ante el Comité Especial de los 24 de las Naciones Unidas, por la Casa Real de Nabarra contra el reino de España y la república de Francia, cuyo título es el siguiente: El Comité de Descolonización de la ONU acuerda estudiar el caso de Navarra.

Antes de entrar en la materia de descolonización, junto a una imagen del escudo del estado español, nos detallan el papel importantísimo que tuvo nuestro rey Sancho VII de Nabarra, conocido como el Fuerte, en la batalla de las Navas de Tolosa del año 1212. Especial mención realizan a las cadenas que aparecen en el cuarto cuadrante del blasón español, las cuales ciertamente, no fueron incluidas en el escudo del Reino de Nabarra, hasta una vez asentada la ocupación militar española en los territorios de la Nabarra surpirenaica mediante la imposición inquisitorial de la Contrarreforma Católica y su arte Barroco.

A continuación nos habla de la conquista de Nabarra, eso si, Nabarra castellanizada con la letra v y el término conquista entre comillas. Hacen especial hincapié en la creación por parte del las instituciones españolas impuestas a los nabarros, de una Comisión cuyo fin es la conmemoración del V centenario de 1512, fecha de la incorporación a la Corona de Castilla. El autor o autores del escrito, corrige(n) esta frase realizada en la rueda de prensa, ya que como bien indica(n) este suceso de anexión ilegítima, se realizó en el año 1515, concretamente en las cortes castellanas de la ciudad española de Burgos.

Tras esto, estos falsos defensores de Nabarra, arremeten de tildar como nacionalismo vasco el trabajo de auténticos patriotas nabarros, encaminado ciertamente a desmantelar la falsedad informativa proveniente de los nacionalistas y patriotas españoles, con respecto a la invasión sin previa declaración de guerra, supremacía de número, conquista con genocidio y colonización, realizada por las tropas castellano(-leonesas) y aragonesas, es decir, españolas. En este punto, reconocen que la demanda interpuesta en su día por la Casa Real de Nabarra y secundada por la Comisión Soberanista de Nabarra no es badalí. En dicho texto, incluyen un párrafo escrito en su día por el Regente de Nabarra, donde indicaba que sería el Pueblo Nabarro, una vez en plena independencia y soberanía, quien en las urnas decidirá su estructuración estatal.

Tal vez en su día, la Demanda interpuesta desde la Casa Real de Nabarra, a estos nacionalistas y patriotas españoles, no les llamó mucho la atención, pero al existir una Comisión que puede ser considerada como representación de la Nación Nabarra, su preocupación o temor, ha ocasionado una reacción visceral, ya habitual entre dichos nacionalistas y patriotas españoles, de falsas acusaciones de tufillo nacionalista vasco a lo nabarro. A su vez, una vez más a lo largo de nuestra historia política, la negación absoluta de estos patriotas españoles, de la invasión sin previa declaración de guerra, con supremacía de número, conquista con genocidio y colonización, de las tierras nabarras que van desde Atapuerca hasta La Guardia, les hace afirmar, sin ningún tipo de pudor, la expresión “voluntaria entrega” de Araba y Gipuzkoa, más la herencia del Señorío de Bizkaia para los reyes de Castilla y León, olvidando en este último punto, la traición y deserción del tenente nabarro de la comarca de Bizkaia, solo equiparable a la realizada por gran parte de la facción beaumontesa en el año 1512.

Si esto no fuera suficiente para asegurar el control de las mentes de la colonia de Nabarra al sur del Pirineo, rápidamente pasan a falsear, al más puro estilo del rey español Fernando II de Aragón, la legitimidad de Don Juan Carlos de Borbón y Borbón tiene sobre el Reino de Nabarra. Oculta(n) el claro testamento del año 1607 realizado por el rey de Nabarra y Francia, Enrique de Borbón y Albret, donde la titularidad de la Corona de Nabarra se especifica claramente que vuelve a la Casa Albret; pero si eso no fuera suficiente, obvian mencionar el Tratado de Utrecht del año 1714, por el cual la rama borbónica de los Anjou, a la que pertenece Don Juan Carlos I de España, renunció a la Corona de Nabarra, ratificando con ello la renuncia que en su día realizo Louis XIII de Francia, no solo para él, sino para todos sus herederos en el año 1610, es decir, para toda la casa de Bourbon o Borbón.

Así llegamos a la defendida incorporación de Nabarra a la corona de Castilla, por parte del nacionalismo español; la cual vino por una conquista militar española, justificada fanáticamente por el nacionalismo y patriotismo español como necesaria, ya que los reyes legítimos del Estado de Nabarra, siempre según ellos, eran pro-franceses. Esta necia idea está basada en un falsificado tratado de Blois y unas bulas papales inexistentes en los Archivos Pontificios. Por cierto, las Cortes de Nabarra legítimas por ende legales, fueron disueltas por el rey invasor español en el mismo año 1512 y un año después, el Falsario instauró de forma ilegal unas nuevas Cortes formadas por sus leales partidarios, traidores a Nabarra, que lo nombraron de forma falsificada e ilegítima como rey de Nabarra. Ya en el mencionado año 1515, en las cortes de Burgos y sin presencia de nabarro alguno, los españoles unieron de forma unilateral al Reino de Nabarra a la corona de Castilla; pero nada de union aque principal como reiteradamente afirman, pues cierto es que esta terminología es inventada varios siglos después de la consabida conquista genocida.

Para concluir, el autor o autores de dicha escritura lisérgica, intentando de nuevo colonizar, calmar y narcotizar a la sociedad Nabarra, practicando la más vil de las estrategias, la mentira, secuela del negacionismo histórico, nos habla de la política utilizada para la descolonización en la ONU, la cual es cierta, pero dichos apartados que el o ellos presentan, solo son aplicables a la aceptación de sus falsas premisas y no a los planteamientos histórico-políticos correctos, los cuales están expuestos en la Demanda interpuesta por la Casa Real de Nabarra y a la que se ha adherido la Comisión Soberanista de Nabarra.

Iñigo Saldise Alda, Secretario General de NBK